Las medidas de la bici

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Seguro que sabes cuánto mides, cuánto pesas y cuál es la talla de tus zapatos. ¿Y de tu bici? ¿Sabes algo más aparte de la talla? ¿Qué altura de sillín llevas? ¿Cuánto miden tus bielas? ¿Retroceso del sillín? ¿Alcance del manillar? Estas y otras más definen tu posición sobre la bici, y por lo tanto, tu nivel de eficiencia y comodidad a la hora de pasar unas cuantas horas pedaleando sobre la flaca.

Yago Alcalde. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Máster en Alto Rendimiento Deportivo. Entrenador Nacional de Ciclismo – Ciclismo y Rendimiento

Es muy frecuente encontrar ciclistas que cambian de bici y en vez de ir mejor que antes (se supone que llevan una mejor bici) van mucho peor. No saben muy bien a que se debe y el caso es que no terminan de adaptarse. Lo malo es que no se lo esperan, ya que después del dineral invertido ya se asume que en la nueva bici se va ir de cine…Y empiezan los quebraderos de cabeza: “¿me habré equivocado de talla? ¿me habré equivocado de geometría? Tengo que hacer más kilómetros para acostumbrarme…”. Normalmente, lo único que pasa es que no se ha dedicado suficiente tiempo a medir la bici antigua, en la que se supone que se iba cómodo y eficiente. Con estas medidas, podremos comparar y ver en qué se diferencia la nueva posición de la antigua. No debemos olvidar que independientemente de la geometría de la bici, nuestra posición sobre la misma se basa en las distancias existentes entre los 3 puntos de contacto que tenemos sobre la bici: los pedales, el sillín y el manillar. El objetivo está claro: clavar estas distancias. Y es que no vale coger la nueva bici, poner la altura del sillín un poco a ojo y a correr…Lo mismo hay que cambiar la potencia, quitar o poner más espaciadores o cambiar la tija, es decir, tener claras nuestras medidas.

A lo largo del siguiente artículo veremos cómo debemos medir nuestra bici para asegurarnos que siempre llevamos una buena posición cuando cambiemos de bici o algún componente de la misma. ¡Es mucho más fácil de lo que parece!

La posición del sillín

La posición del sillín tiene tres ajustes posibles: altura, retroceso e inclinación, y se mide en relación al eje del pedalier. El emplazamiento del sillín determina donde colocamos el motor de nuestra bici (las piernas) respecto al eje del pedalier. Si esta colocación, tanto en altura como en retroceso, no es el adecuado seguramente el motor no esté funcionando al 100%.

La altura del sillín:

La altura del sillín determina básicamente el nivel de flexión y extensión de las 3 articulaciones implicadas en el pedaleo: la cadera, la rodilla y el tobillo. Cuando se mide la altura del sillín se deben tener en cuenta 3 componentes de la bici: el sillín que usemos, la longitud de bielas y los pedales que usemos, ya que un cambio en cualquiera de estos tres componentes puede alterar la dinámica del pedaleo. En cuanto al sillín, se debe tener en cuenta el nivel de acolchamiento del mismo, ya que cuanto más blando sea más bajos estaremos al pedalear. La longitud o la forma del mismo también podrían alterar nuestro punto de contacto en el sillín, modificando la dinámica del pedaleo. En general, los sillines más anchos hacen que nos sentemos más adelantados y al contrario si son más estrechos. La longitud de las bielas también modifica la altura del sillín, por lo que si se modifica la longitud de las mismas también habrá que modificar la altura en la misma medida; subiéndolo si se acortan y bajándolo si se alargan. Por último, de debe tener en cuenta que no todos los pedales automáticos sitúan el pie a la misma altura respecto al pedal. Por ejemplo, con Speedplay el sillín debe ir 5mm más bajo que si se utilizan unos pedales Look.

Para medir la altura del sillín debemos seguir los siguientes pasos:

  1. Se debe medir la longitud total del sillín y se marca el centro del mismo.

  1. Se coloca el metro al mismo nivel que el punto marcado en el centro del sillín.

  1. Se mide la distancia entre el punto marcado en el sillín y el centro del eje del pedalier.

Sillín demasiado bajo: la principal consecuencia de llevar el sillín más bajo de lo debido es que no se aprovecha toda la fuerza que las piernas son capaces de producir. Esto genera sensación de fatiga en los cuádriceps y frecuentemente dolores en la parte anterior de la rodilla.

Sillín demasiado alto: la pedalada pierde fluidez. Suelen aparecer molestias en la parte posterior de la rodilla así como en la zona lumbar.

El retroceso del sillín.

El retroceso del sillín determina su posición en cuanto a su ajuste hacia delante y hacia atrás, siempre en relación al eje del pedalier. La referencia para medirlo es la distancia horizontal que hay entre la punta del sillín y el eje del pedalier. Esta es la medida más compleja de medir. Aunque existen varios métodos para realizar esta medición, el método de la plomada es el más utilizado. Se deben seguir los siguientes pasos:

  1. Colocar la plomada en la punta del sillín.

 

  1. Se mide la distancia entre la plomada y el eje del pedalier. Es muy importante que la plomada no esté en contacto con ninguna parte de la bici para que no se altere la caída natural de la misma. Para ello, lo ideal es que alguien nos ayude e incline la bici ligeramente hacia el lado donde estemos midiendo.

Otro método con el que no hace falta plomada consiste en colocar la bici sobre un rodillo poniendo la rueda trasera contra la pared, es decir, en perpendicular a la misma. Se mide desde la pared hasta la punta del sillín. Y desde la pared hasta el eje del pedalier. La diferencia entre ambas mediciones será el retroceso del sillín. Es muy importante que estas dos medidas se hagan con un nivel para que sea precisa.

Sillín demasiado adelantado: pone demasiado peso en las manos y por lo tanto puede producir adormecimiento en las mismas así como dolores de hombros y de cuello. Impide adoptar una buena posición aerodinámica.

Sillín demasiado retrasado: se pierde fluidez en al pedalada y no se aprovecha bien la fuerza. Suele generar dolores en la zona lumbar.

La inclinación del sillín

La forma ideal de medir la inclinación del sillín sería con un nivel digital, aunque con uno de burbuja sencillo también es posible hacerlo. Como norma general, los sillines deben colocarse planos o con una ligera caída hacia delante (un grado aproximadamente), es decir, con la punta un poco más baja que la parte posterior. Los sillines con formas curvas suelen colocare con algo más de inclinación (2-4 grados).

Si el sillín está demasiado inclinado hacia delante hace que nos vayamos escurriendo hacia el manillar, y por lo tanto, que las manos vayan haciendo más fuerza de lo debido para evitarlo. Al contrario, si la punta del sillín está demasiado levantada es normal que aparezca adormecimiento en la zona genital.

La posición del manillar

Una vez se ha determinado el lugar exacto del sillín, se procederá a medir la posición del manillar, es decir, que la posición del manillar depende de la posición del sillín. No es correcto ajustar la posición del sillín en función de donde está el manillar. Un error muy frecuente es adelantar demasiado el sillín porque la posición del manillar está demasiado alejada de este. Este ajuste provoca una transferencia del peso corporal sobre las manos que se puede traducir en molestias en las manos o en los hombros debido a que deben soportar demasiado peso.

El alcance del manillar

Esta medida principalmente define lo estirados que vamos de brazos sobre la bici. A mayor alcance, más tendremos que estirar los brazos para llegar al mismo. Procedimiento:

Debemos medir la distancia entre la punta del sillín y el centro del manillar. Se debe tener en cuenta que se está midiendo en diagonal, es decir, que también influye la altura a la que está el manillar. Lo ideal sería medir en ángulo recto, pero lo descartamos por su complejidad.

Cuando el manillar está demasiado alejado del sillín, lo más habitual es que aparezcan molestias en el cuello así como en la zona lumbar. Si por el contrario estuviese demasiado cerca, el cuello también se resentirá y penalizaremos mucho la aerodinámica.

La altura del manillar

De nuevo, esta medida se realiza respecto al sillín. Se trata de definir la distancia en vertical existente entre el sillín y el manillar, es decir, la diferencia de altura entre ambos. Para realizar esta medición, buscaremos una superficie plana y pediremos a alguien que nos sujete la bici lo más recta posible.  Realizaremos lo siguiente:

  1. El primer paso es medir la altura desde el suelo hasta el centro del sillín (el mismo punto de referencia que usamos para medir la altura del sillín).

  1. A continuación, debemos medir la altura desde el suelo hasta la parte superior del manillar.

  1. Para obtener la altura del sillín, debemos restar la altura del sillín menos la del manillar. De esta forma, sabremos cuantos centímetros de distancia vertical tendremos entre el sillín y el manillar.

Cuando el manillar está más bajo de lo debido suelen aparecer molestias cervicales así como adormecimiento de manos. Si el manillar está demasiado alto, es posible que aparezcan molestias en la zona lumbar y se pierde mucha aerodinámica.

Posición de las manetas

La referencia del centro del manillar es importante, pero es más determinante la posición de las manetas, ya que realmente es el punto de contacto de las manos sobre el manillar. Por este motivo, debemos añadir un par de medidas a nuestra  tabla: alcance y altura de la maneta. Esto es interesante porque no todos los manillares son iguales. Los manillares también tienen sus medidas. Una de ellas es el alcance, que es la medida que define lo largos que son, es decir, lo que avanzan las manetas hacia delante desde el centro del manillar. Podemos encontrar diferencias de hasta 30mm entre unos manillares y otros, es decir, que podemos ir hasta 3cm más largos o más cortos simplemente cambiando de manillar. Y aunque el alcance al manillar sea correcto estemos más largos o más cortos. Para tener esto en cuenta, medimos el alcance de las manetas de la siguiente forma:

  1. Colocaremos un objeto recto justo donde empiezan las gomas de las manetas como se muestra en la foto.

  1. Mediremos la distancia existente entre la punta del sillín y el objeto que está colocado en el punto donde empiezan las gomas de las manetas.

Para finalizar también conviene medir la altura de la maneta. Se toma como referencia el mismo punto que para medir el alcance: el comienzo de la goma. Este punto, ¿está a la misma altura que el manillar? ¿O está más abajo? Aunque la mayoría de los manillares sitúan las manetas a la misma altura que el centro del manillar, también hay manillares que las colocan entre 10 y 20mm más bajas y por lo tanto se debe tener en cuenta a la hora de definir nuestra posición sobre la bici.

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